La torre de la cápsula de Nakagin una vez futurista de Tokio para ser demolida

Un corto paseo del distrito de Ginza Upmarket de Tokio se encuentra un edificio único que durante décadas ha sido un imán para los fanáticos de la arquitectura y los turistas curiosos.

La torre de la cápsula de Nakagin de Tokio fue diseñada por el difunto Kisho Kurokawa y construida en 1972. La estructura extraordinaria es un ejemplo raro del movimiento de metabolismo de la posguerra de Japón que combinó el pensamiento arquitectónico moderno con ideas de crecimiento biológico orgánico.

Pero en unos pocos días a partir de ahora, el edificio icónico será derribado.

La Torre de la cápsula de Nakagin, que se parece a una pila precaria de máquinas de lavado de carga frontal, ha estado mostrando su edad en los últimos años, y a pesar de los esfuerzos de larga duración de los conservacionistas para salvarlo, el trabajo en demoler la estructura comenzará en abril. 12.

Las cápsulas de 140 o más de la construcción, cada una de las cuales miden alrededor de 10 metros cuadradas, se construyeron fuera del sitio y luego se atornillaron en dos ejes de hormigón. Kurokawa sugirió desde el principio que las cápsulas deben reemplazarse con nuevos diseños cada 25 años, pero al final no se eliminaron ninguno.

Aunque comenzó la vida como un bloque de alojamiento, a lo largo de los años, a lo largo de los años, a medida que el edificio se volvió más desactualizado y más difícil de mantener, algunas de las cápsulas comenzaron a ser utilizadas para el almacenamiento y el espacio de oficinas, así como las actividades más incapacitadas que se encuentran en su diseño peculiar.

Algunas de las cápsulas se han modernizado, mientras que otras conservan sus características originales, incluida la tecnología que a principios de la década de 1970 se habría considerado vanguardia.

Aunque la torre de la cápsula de Nakagin pronto dejará de existir en su estado completo, su significado arquitectónico significa que algunas de las cápsulas se guardarán y se mostrarán en los museos en Japón y en todo el mundo. Muchos, sin embargo, están tristes de ver cómo se vaya a la estructura, de todos tanto que Tokio y el mundo de la arquitectura están perdiendo algo realmente especial.